miércoles, 18 de mayo de 2011

UN CAMINO SILENCIOSO HASTA LA MUERTE

La vida esta envuelta por muchas bendiciones, como la vida misma, el trabajo, la amistad, la familia y en si todo lo que nos rodea. Cada día es un nuevo amanecer que trae acontecimientos importantes para nuestra vida, pero que cada acto que realizamos siempre debe ir dirigido al bien de los demás y de nuestro alrededor.

En muchas ocasiones la “LIBERTAD”    que se tiene no se la maneja bien, cada uno debe administrar su vida es un bien que se nos fue encomendado por una razón y que no debemos desaprovecharlo, es un regalo que a veces por las condiciones o circunstancias de la vida y de esta sociedad de consumo nos llevan a caer en vicios como el alcoholismo, la drogadicción, el sexo; factores que en nuestra sociedad son “NORMALES” pero es verdad que lo son?




Acaso la educación en nuestra familia ya no es como antes, o que los futuros padres adolescentes no tienen los suficientes criterios para educar a sus hijos, los tiempos cambian, los pensamientos también, podríamos decir que esta sociedad nos va incluyendo en un circulo vicioso en donde los mayores perjudicados somos nosotros mismos.

Se sabe que cada persona tiene un libre albedrío que puede elegir entre lo bueno y lo malo, la única diferencia es que en este tiempo no se sabe que es bueno o que es malo, todo en este tiempo es normal, aunque las consecuencias de nuestros actos son a veces garrafales y algunas veces fatales.

Se dice que el que no conoce la ley de la causalidad no sabe vivir. Todo hecho lleva su recompensa o castigo  en si mismo. La casualidad no existe, todo es causal; uno de los fenómenos que se puede pensar es en el SIDA, como una enfermedad que es contraída por relaciones sexuales incontroladas, transfusiones de sangre y la mayoría son consecuencia de la drogadicción.




Se puede decir que el sida es una de las tantas causas de una vida incontrolada, en donde lo que predomina es el libertinaje y la razón de hacer con la vida lo que quiera. Cuando se cae en ese mundo del SIDA, las razones se pierden por vivir y el rechazo es inevitable, en un pueblo pequeño en donde la costumbre y la religiosidad  es predominante un caso de este tipo lleva a un rechazo completo, en donde el chisme y las habladurías son las principales armas que atentan contra la persona afectada, ese rechazo que se da es algo inevitable pero que por falta de información y comunicación se vuelve en una razón mas para dejar de existir y creer en un dios que todo lo puede, y es ahí donde somos mas débiles al llenarnos de rencor, envidia , egoísmo, y desprecio por todo lo que nos rodea, son consecuencias que la razón no entiende y que solo ser concientes de nuestros actos podremos evitar tales situaciones.

En una familia este problema es latente y la idea de cambiar las cosas es la predominante, todos estamos expuestos a sufrir alguna consecuencia de este tipo, pero es nuestra responsabilidad saber sobre llevar las cosas, sin afectar a los que nos rodean, el vivir con una persona con el síndrome de inmunodeficiencia adquirida nos lleva a pensar mas en esa persona y dejar de pensar como fue que paso y por que paso ; es algo que debe ser llevado de una forma que permita confiar y amar a la persona de nuestro alrededor y creer que cada día todo lo que hagamos sea por un bien común , por un bien con la naturaleza nuestra familia nuestros amigos y nuestra vida.

Todo lo que tenemos y convivimos es lo mas grande  que dios nos ha dado pero la ley de la casualidad no existe todo es causal; y es ahí donde debemos primero pensar como manejar esa libertad y la razón que la naturaleza nos ha dado.